GALINDO, Don Celestino. También llamado don Celes: Gachupín «orondo, redondo, pedante» (Primera Parte, Libro 1), «una de las personalidades financieras, intelectuales y sociales más remarcables de la Colonia [Española]» (1, 2, iii). Inicialmente, en la versión de El Estudiante, este personaje se llamaba Telésforo Galindo, don Teles, pues, lo cual señalaba inambiguamente a Telésforo García, también abreviado en don Teles por sus conocidos, uno de los españoles más destacados de los tiempos de Porfirio Díaz. En 1899, por ejemplo, estuvo a la cabeza de
los ricos españoles residentes en la Capital, quienes visitaron al General Díaz para rogarle que permaneciera en el poder, evitando así los males que acarrearía al país si desistía de continuar gobernando (30).
Y ese mismo año, el periodista español en Cuba José E. Triay decía, después de una visita a México:
al hablar de la Colonia Española de México hay que hablar en primer término de don Telésforo García, la poderosa inteligencia que la guía, la palabra sosegada y abundosa que lleva su representación en todos los actos de resonancia … Ha intervenido con sus ideas … en el desarrollo de los asuntos financieros [de México] . Sus ideas, sus principios económicos, sus planes financieros, puede decirse que se hallan encarnados en el cuerpo de leyes económicas por que se rige esta nación y que tan alta la han colocado. Ministros, diputados, senadores, periodistas, le han oído con atención, le han consultado» (31).
Abogado, fundador y director de varios periódicos —especialmente los de la Colonia Española: La Libertad, El centinela español— y financiero influyente, de él dice Ireneo Paz en su biografía de Porfirio Díaz que
también se criticó a Don Manuel González que … a don Telésforo García, español, … lo convirtiera en su favorito y por consiguiente también en dueño de la situación política y financiera de la República. Eso se decía por lo menos: que el señor García era una especie de ministro sin cartera, cuyo ascendiente era decisivo aun en los negocios más delicados (32).
Es de recordar que, económica y políticamente, los últimos quince a veinte años del Porfiriato fueron la época álgida de los ministros «científicos», positivistas económicos con entrañas sociales bastante duras, pero muy exitosos en cuanto al desarrollo de la alta finanza.
Curiosamente, como último detalle, Telésforo García tuvo «por maestro y amigo del alma al primer orador de nuestros días, … Castelar», afirma José Triay. Se recordará que el embajador español engaña a don Celes anunciándole que Castelar le ofrecerá, al subir al Poder, la cartera de Hacienda en España.